viernes, 19 de noviembre de 2010


La Celebración

Jueves 18 de Noviembre del año 2010, barrio de San Telmo. El Centro Gallego del barrio, espacio creado y sostenido por esos gaitas tenaces que expulso el franquismo cuando mutiló a sangre y fuego la República, fue el espacio que nos brindaron estos compañeros de ruta y de sueños, en agradecimiento, no a nosotros personalmente, sino a Néstor, a Cristina, a este modelo que creció tercamente en la desolación, después de la catástrofe del 2001, nos prestaron ese espacio en agradecimiento a la decisión de Argentina de solicitar a la justicia española informes sobre los juicios de Lesa Humanidad, que esta tramitando la península, por los crímenes ocurridos en ese período. Esperamos ese informe, y si ese informe, cuando llegue dice que no hay expedientes en curso ante la justicia española por los delitos mencionados, esperamos, reclamamos, exigimos que nuestra justicia, hoy, pionera en el mundo en materia de derechos humanos, levante su voz soberana y reclame, tramite y expida justicia por los muertos españoles, sus familias y todos sus seres queridos, en un acto que excede ampliamente la devolución de gentilezas, sino se constituya en un faro de justicia, ya que fue la voluntad de verdad, castigo y reparación que impulsó a Baltazar Garzón a considerarse competente para enjuiciar a los genocidas en Argentina la que llevó a nuestra justicia, no solo a tomar el lugar que le correspondía en el juzgamiento de su propia historia, sino a proceder en la materialización concreta la leyes, reconocidas universalmente, del respeto irrestricto por los derechos humanos.
En Chacabuco 955 convocamos a los sueñeros del barrio, para celebrar este milagro de estar vivos, juntos y en la búsqueda del espacio compartido.Acudieron a la cita las vecinas y vecinos del barrio, esos queridos y respetados viejitos nuestros, los que nos ven pegando afiches, pintando banderas, con la compra comunitaria en el parque Lezama, los que se acercan a conversar un rato, a tomar un mate, a darnos fuerzas.Acudieron también los jóvenes, con sus señas de tribus, sus tatuajes, sus instrumentos a cuestas, los compañeros de otras agrupaciones; entraban los que pasaban y escuchaban la música y los cantos. Asomaban la cabeza, nos preguntaban si se podía pasar, si era una fiesta.
Y por supuesto fue una fiesta.
Néstornauta nos acompañaba desde la gigantografía, sonriendo con esos ojos de hombre bueno y el salón lleno de banderas.La Chilinga entró con sus parches, y los tambores conseguían otra vez el milagro. Ese tam tam poderoso que parecía salir de las entrañas de cada uno de los que estuvimos allí. La sangre se enloquece, el cuerpo se menea con una voluntad que parece no ser nuestra voluntad, movemos los pies, batimos las palmas, agitamos los brazos, y se nos llenaron muchas veces los ojos de lágrimas.
Los tambores sirven en la selva y en las grandes extensiones aparentemente vacías para convocar a los invisibles. Es una voz hecha de cuero que recorre el aire y sacude. Los hermanos orientales la nombraron LA LLAMADA, la aprendieron de los abuelos negros y nos la enseñaron. Ese sonido nos cuenta que la vida baila, vibra, anda de júbilo cuando los prójimos se juntan.
Nos llenaron de una alegre nostalgia los músicos de la comunidad gallega con sus gaitas.
Estuvieron los compañeros Enrique Deibe, Rafael Folonier relatándonos momentos de intimidad que vivieron con Néstor, un Néstor que no conocíamos pero que todos intuíamos, el compañero alegre, campechano, inteligente y chispeante, el hombre de pueblo, tan pueblo, que fue capaz de hablar el mismo idioma con Chavez, con Santos, con Evo, con Lula, el que fue capaz de materializar, nada más y nada menos, los sueños de unión sudamericana de Bolivar, San Martín, Artigas. Y nombrándolos a ellos nombramos a todos los gigantescos compañeros que nos precedieron, los que soñaron un sueño tan poderoso y verdadero que a dos siglos de su muerte el sueño no solo continúa, sino crece, se hace carne, se empodera y nos convoca.Doscientos años llevó nuestro nacimiento, se gestó allá, por el 1800 y trae en sus genes la herencia de Atahualpa, de Manco Capac, de Juan Chalimin, nuestra madre es americana y es india.
En esos tiempos nos soñamos otros, y esa idea de nosotros, golpeada, silenciada, bastardeada, se metió sin permiso en los prójimos del año 2000.
Les toca a los que vienen por detrás desarrollar la teorización correcta de este fenómeno. A nosotros nos toca construir, despacio, con aciertos y errores, con nada, a puro huevo y candela, el sueño de la unidad, el sueño de la Patria Grande, poner a caminar nuestro espíritu libertario, solidario, de igualdad y de justicia.
Basta con salir un poco de esta mole de cementos y de asfaltos que es Buenos Aires, y aún en ella lo percibimos, para verificar que no hay un solo motivo en este continente para que sus pueblos no sean completos, libres y felices.Llenamos ese hermoso salón de vecinos, de compañeros, de sueños y banderas. Cantaron los llaneros venezolanos, y como los tambores, nos sublevaron el alma.
Lo hicimos compañeros, lo hicimos sin recursos económicos, lo hicimos espalda con espalda, mano con mano, con la alegría salvaje de sabernos vivos, de sentirnos vivos, acompañados por los indispensables, porque si allí estaban los que nos ven cada día, en cada actividad, los que comparten este pedacito de mundo en el que vivimos o militamos, y si ellos estaban ahí es porque estamos construyendo el nosotros, es que estamos haciendo, quizás con no tantos ac
iertos como queremos pero con muchos menos errores de lo que imaginamos.
Defendemos el proyecto nacional y popular que comenzó el compañero Néstor Kirchner y continúa en Cristina, porque somos pueblo, peronistas y sudamericanos.
Agradecemos infinitamente a los compañeros de la Comunidad Gallega de San Telmo por la confianza y la solidaridad que nos dispensaron, y a los vecinos que nos acompañan siempre llenándonos de alegría y de ganas de seguir, y a las agrupaciones la Colina, aukache, el Comedor los Pibes, UB Nestor y Cristina, PP , a todas las corrientes del Pertido de la Victoria, hermanas de esperanzas. Enrique Aurelli, sos un lujo, y acá estamos, bancandote.

A mis compañeras y compañeros de LA CAMPORA SAN TELMO/LA BOCA/CONSTITUCION.
VALE LA PENA LA VIDA, CARAJO!!!

Mónica Aguirre ( LJ)








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