martes, 10 de enero de 2012

La Plaza en ojotas, presentación del libro


El pasado 19 de Diciembre, nuestro compañero Nicolás Doljanin presentó su nuevo libro "La Plaza en ojotas" en la sede de nuestro centro culural y político "Templanza Suramericana".
De la presentación participaron vecinas y vecinos del barrios, los y las militantes de La Cámpora San Telmo e invitados especiales.
La nota musical la aportó una compañera, que interpretó con maestría la pieza de Giuseppe Verdi "Va pensiero".





A continuación transcribimos algunos conceptos compartidos por el profesor de Historia del Instituto Joaquín V. González, cro. SERGIO MOREL durante la presentación del libro:

La idea base de persistir en el pasado y en la búsqueda de la memoria es el propósito en que se inspira el autor y es preservar de la desaparición y el olvido las experiencias y recuerdos del pasado, aniquilado por el tiempo, pero conservados en la raíz de la memoria colectiva, no sólo del narrador sino de su pueblo y en extensión, de su propia sociedad.
Nicolás, en efecto, vive obsesionado por la irreparable simultaneidad del tiempo y su implacable efecto destructor sobre las personas y las cosas. Esta destrucción y construcción de los seres queridos los transforma, degrada y aniquila; ha observado que cambian las personas que conocimos y los lugares donde hemos vivido, como nos cambia a nosotros mismos. Por eso, ante tanta vivencia sus ojos ven con esperanza siempre el futuro, pero parece estar irremisiblemente condenado y solo los recupera en esos momentos de felicidad que vivió en el pasado y que los vive nuevamente en el presente a través del recuerdo. Para Nicolás no hay más felicidad que la de este recuerdo diciendo: “La ternura es todo lo que nos queda vivo de lo revolucionario”.
Ver y no ver, visible y no visible, son para Nicolás relaciones necesarias. Lo que otros no veían, era visible para Nicolás, él pudo verlo y ellos no. El desacierto no recae sobre el objeto, el país real, sino sobre la vista misma. La insistencia de Nicolás sobre la manera de mirar, es la indicación de la miopía de una forma de pensar, la ceguera explícita o latente de un pensamiento malformado, un equívoco conceptual sobre la realidad, al decir de Jauretche: “Aprendiendo de la sabiduría de los ignorantes”.
Y como Nicolás no tenía hipótesis, tuvo que sacarse los anteojos prestados para empezar a ver el mundo que rodeaba a su país, sin teorías, ideología o conceptos pre –establecidos, y cuidando que lo poco que sabía le sirviera para seleccionar y no para rechazar como anti - científicos o anti - culturales los datos que le ofrecía la realidad que estaba viviendo. Habrá que ver si es una labor novelada… o es realidad, si ésta se ve y cuál es el límite de su doble juego, según mi criterio, la clave está en los diálogos del relato, y en cada capítulo, la señal o guía de este laberinto cada vez menos ficcional.

Y, como en La Cámpora San Telmo no somos injustos y mucho menos desagradecidos, compartimos un resumen de las palabras del autor de La Plaza en ojotas pronunciadas durante la presentación:

Al final tenía razón mi amigo Rubén Lozano (presente) cuando dijo: “Capaz que ni vos sabés todo lo que puede decir lo que has escrito” y Sergio me lo confirma, por lo cual mejor ni hablo del libro, porque además se siente medio obsceno hacerlo y sí, de algunas circunstancias que a estas alturas son históricas.
La primera lección de literatura que tuve en mi vida me la dieron las Tres A y esto no es solamente un chiste; progre no me considero y soy más bien un tipo arcaico.
El peronismo es el emprendimiento político mayor de Arraigo que se haya dado en nuestro país, país creado, dirigido y generalmente dominado por mentes y tipos desarraigados, dementes políticos trátese de maturrangos o de porteñitos petimetres, y hay una pregunta central que nos venimos haciendo con estos “niños bien” (risas) - a quienes va dedicado el libro, porque ellos proponen formarse como militantes integrales y para ello retoman el proyecto de una escuela de cuadros desde la base territorial, como nadie desde nuestro eterno maestro el Gordo Cooke hasta acá se lo había propuesto, y no por falta de medios precisamente,
La pregunta que nos venimos haciendo, cada uno de nuestros sábados de feria popular en el Lezama, es desde qué ética Evita escribe y nos avisa, en medio de su agonía: “Perón está solo”. Y eso porque hablar de “significante vacío”, equivale a perder la mitad del auditorio local y la categoría sirve como corolario, no para formar el tesón práctico imprescindible, el que nos da la primacía moral de las obligaciones sobre los derechos. Soy parte de una generación que tuvo la suerte de contar con la última de las modalidades que le han dado espíritu a las izquierdas, acá y en el mundo: la travesía existencial del Che. Y no puedo dejar de leer toda nuestra historia desde el 17 de Octubre de 1945 – cuando no fueron las instituciones obreras, entonces no se les decía corporaciones, las que se atrevieron a sacar al coronel Perón de su cautiverio, sino la masa organizada como tal de los obreros y si no pregúntenselo a los Villaflor de Avellaneda – pero también antes, como la persistencia histórica de una masa de resistencia. Esa que según Canetti se forma a partir de que sus integrantes se fijan libremente un límite. Los vecinos de este barrio de San Telmo cuando sus milicias se prohibieron, por ejemplo, obedecer durante las Invasiones Inglesas a jefes designados desde la Corona. Cualquier colectivo de trabajadores cuando se prohíbe trabajar. Las Locas de la Plaza de Mayo: no nos digan que están muertos, digan qué hicieron con ellos… Y la forma natural de esta organización desde los tiempos de Espartaco y de Jesús; mejor digámosle: los Pares de Artigas y para esto lean el libro.
Por no decir que ha sido con mis mayores hombreando medias reses en el frigorífico Anglo o sus mujeres superando sus propias marcas para encontrar el kilo de carne más barato, este libro se empezó a escribir la noche que hoy conmemoramos, hace diez años. Les aclaro que me pasé diez años esperando esa noche pero ni pensaba salir a la calle, hasta que Ilda, mi compañera, me lo ordenó. Por eso no creo en los auto - convocados. Es otro mito burgués. Siempre hay alguien que te llama y, si no querés ser otro cretino más, le vas a deber la eternidad. Por supuesto, no me hubiese imaginado presentarlo aquí, pero tampoco me sorprende, en absoluto, hacerlo entre Aurelli y un grupo de militantes como lo he sido yo, que son hijos de laburantes y que laburan para pagarse el local, como acaba de decir la compañera Ani; porque nos unió el sentimiento de un político excepcional, un tipo que redimió la política, y lo digo sin ninguna connotación católica, sino todo lo contrario. Puso el cuerpo por eso estamos acá. Para que nadie entre los vecinos, que estime lo que esa actitud en política significa se sienta solo y yendo de la cama al living. El Kirchnerismo no es sino la continuidad de las calles de aquella noche como buen gobierno. El vínculo de la compañera presidenta con las calles es ético y no mediático. Y es lo que más cuesta entender dentro de pensamientos instituidos aquí y allí, que en realidad son formas de vida y de consumo individual de bienes colectivamente producidos, pero es también su mayor fuerza, la de un porvenir que hoy es latinoamericano.



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