miércoles, 20 de enero de 2016

LA SEXTA METAMORFOSIS Y EL PEJOTA

LA SEXTA METAMORFOSIS Y EL PEJOTA

 

         ¿Por qué Macri se llevó los dinosaurios?

Mi Nieta.

Para Simón, cuando pueda leer...

 

 

Mi querido Aurelli: Antes de contestarte qué me parecen el posicionamiento de J. Capitanich y antes de él, el de G. Moreno de cara a las elecciones internas del Pejota, donde semos afiliados, tengo que aclarar que lo hago en circunstancias bien determinadas, y que hacen obligadamente al análisis. 

La noticia de Milagro Sala detenida por el gobierno de Jujuy en lo que resulta ser la primer criminalización de un dirigente popular en Democracia. 

Porque si se excluye el tiempo en que nuestros dirigentes populares eran asesinados y/o desaparecidos como sucedió entre tantos otros a René Salamanca – bajo el reinado de la Triple A y del  Brujovandorismo - uno debería remontarse hasta las prisiones de Agustín Tosco y Raimundo Ongaro, durante la dictadura del general Alejandro Lanusse – es decir hace cuatro décadas y media atrás - para dar con un precedente apropiado a la bestial decisión del actual gobierno de Jujuy.   

Es indudable, a Morales no se lo podrá caracterizar por su trayectoria política como militante o como cuadro. Y pese a sus votos, el tipo no es más que un puntero político con banca. De esos que le tienden a la gente asados regados con vino tinto y, después, entran a repartir fichas de afiliación, según lo (com)padecieron los mismos compañerxs de Milagros en su prehistoria política. De ahí el  odio mimético del gobernador hacia el acampe de la Tupac. Por si fuera poco, el personaje es incapaz de mostrar obra de bien alguna para sus comprovincianos. Todo lo contrario. Hace revolver en su tumba al par fundador del primer partido – movimiento de nuestra historia al lograr que sus paisanos, en su mayoría iletrados, los tengan por un iguales, se nieguen asistir al asadito del fraude conservador de Don Terrateniete. Abstencionismo electoral a rajacincha hasta tanto no tuvimos la Ley Sáenz Peña, diez largos años después... 

Se sabe: L. N. Alem e H. Yrigoyen lo hicieron (como se ignora sistemáticamente) a pura Primacía Moral de las Obligaciones sobre los Derechos. Tal cual y perdida por perdida, la propia cra. Milagros, se decide a entrar en Huelga de Hambre apenas es arbitraria e injustamente detenida, por un ministro de Gobierno... 

También cae de maduro otro aspecto con un tipo al cual, ni yrigoyenismo ni alfonsinismo, hasta el alvearismo de De La Rúa le calza holgado. El miserable mandatario  provincial está efectuando una prueba nacional. Si ésta les sale bien, el ceo – fascismo de la Cambiadora, proseguirá con más de lo mismo, y habrá que estar preparados.

Justamente hoy, se cumple un año del inicio de la opereta psico – política Nisman, y a todas luces el gobierno de PRO videlismo, por todo lo hasta ahora visto, piensa sostenerse en el poder mediante el Paradigma Demonizador de la Patriada, tal como lo estipulara  técnicamente desde el Imperio, el clásico del amarillismo de la cadena Hearst, primero contra el pueblo rebelde de Cuba en tiempos de Maceo y de Martí y luego contra los pueblos de la Unión Soviética. 

¿Cómo se escuchan, en este contexto, los discursos de Moreno y de Capitanich? 

Dejaré de lado posicionamientos previos de Urtubey. A estas alturas no se lo siente, dicho con todo respeto, sino como prisionero en tiempo y formas del ejemplo del jefe del Partido Justicialista en el año 1955 (obvia matriz ideológico – política del gobierno actual...) un tal Alejandro Leloir, de quien lo menos que se decía era “cómo con ese apellido”... Obviamente que, también, pero por traición, a los supuestamente renovadores de la agrupación Don Segundo Sombra. 

En contrapartida, tanto Moreno como Capitanich rescatan aspectos doctrinarios,  cenitales para el peronismo histórico, hasta anteayer prevaricados por la dirigencia. Moreno al marcar la lucha contra pobreza y la exclusión como núcleo ético de la acción de gobierno y vergüenza militante. Y tiene con qué, es incorruptible. Capitanich delimita bien el campo ideológico, lo que no es poco, respecto a quienes desean teñir de amarillo “la alternancia”.  Incluso, se remonta a uno de los postulados más brillantes del Viejo, cuando afirma que la política, en su escencia, es internacional. Y también tiene con qué, es humilde. 

Hablando mal y pronto, siento que los dos se mantienen y preservan la línea, van a buscar,  y buscan bien, dentro de la cantera doctrinaria; pero lo que me pregunto es si están en sintonía de cuerpo colectivo. Eso que nuestro candidato presidencial pudo entrever como  ola durante la última semana de campaña. El punto donde las encuestas fallaron pero, igual que el 17 de octubre de 1945, salió a bancar la multitud spinoziana. La instancia histórica del Proyecto Nacional y Popular donde se suelda, irreversible, el tercer adjetivo de la metamorfósis: Democrático. Esto que el cuerpo colectivo de nuestros votantes denomina: el partido de las Plazas, penúltima anomalía pinguina de la Sexta Metamorfósis peronista.  

Porque coloca al Pejota ante un desafío que se podría decir inédito en su historia como aparato político. 

Claro, si uno olvida (o decide ignorar) la campaña de 1972 - 73, cuando con H. J. Cámpora, se abrieron las puertas de su sede porteña, por iniciativa el compañero eterno Walter Vezza, para velar a los caídos en Trelew ¡sin preguntar si eran peronistas o no!... 

Y tal vez de la materia de estas anomalías dentro de una estructura que jamás gozó de expectativas colectivas – un amigo cristiano las designaba anomalías crísticas, pero también se les podría decir guevaristas, o caberle tranquilamente aquello que Raúl Lagomarsino definiera cortito y al pie: La unión Perón – Evita es el proceso revolucionario – se construye, como un goce de las almas, la actual campaña de afiliación masiva. 

Para uno sigue siendo gran vergüenza partidaria el que ninguno de los jetones con presencia pública, se haya acordado de la genial definición de Perón, en el preciso momento en que uno de nuestros candidatos denunció públicamente la injerencia internacional (vía la provocación Carrió – Lanata - Lanattas, segundo tramo de la opereta Nisman...) durante las últimas elecciones; sirviéndose en cambio como ilustres pelandrunes esa arremetida buitre para terminar, finalmente, perdiendo la Provincia de Buenos Aires.      

Para mí está claro que el fenómeno de las convocatorias empoderadas se anuda al discurso de despedida de Cristina donde, otra anomalía histórica del triunfalismo argento - porteño, una derrota se vivió como gozo de multitudes y se prolonga, no sé si más allá o más acá (porque así es el tiempo – espacio de la masa abierta de resistencia histórica...) de la devastación minuciosa y descarada del Estado popular por el gobierno conservador que vino a restaurar la hegemonía de la sinarquía transnacional del Capital sobre nuestra Patria. 

 Si es cierto que el partido de las Plazas habita un tiempo que pertenece al porvenir de la Nación. Si es verdad que lo constituye como sujeto la más amplia clase media laburante interesada en un Estado popular. Y si es real que, lejos de ser mera expresión nostálgica de doce años impares, se define poniendo el cuerpo, ideológicamente antagónico al verdugeo rentístico y su proliferación mediática; entonces habrá que decirlo con todo respeto: la batalla cultural prosigue

En los discursos de los dos compañeros, sin embargo, se huye como el gato al agua de ciertos términos, claves para que se haya podido constituir esta Esperanza, cuyo aforismo central sigue siendo revolucionario: La Patria es siempre el otro. 

Lo que en medio de un mundo que se cae en la Guerra, confronta el Paradigma (in) civilizatorio del Capital con la Anomalía de los Pares Americanos. 

Tanto en Moreno como en Capitanich yo lo que resiento es cierto carácter pre – kirchnerista del discurso. Esto me sucede pues en términos de masa lenguaje y actos se identifican, o como cuerpo colectivo de la política, o algo te hace ruido.  

¿Será que palabras como “transversalidad” y “Patria Grande” se sienten, todavía,  como pecado dentro de la estructura?... 

Como te decía antes, están en línea pero les falta sintonía. 

Porque si es pecado, mejor advirtámoslo desde ya, acá lo que ideológicamente se juega, como conciencia, en cada uno de nosotros es: Patria o Magneto...  

Y sin un Pejota en sintonía con el partido de las Plazas, cuatro años constitucionales de Revancha se anotan, desde ya, para ser veinte de restauración Oligárquica en América Latina.- 

 

           Nicolás Doljanin - Templanza Suramericana - La Cámpora