Del No meolvides a la Escafandra, el aguante.
Ó de miopías desvariadas. (1ra parte)
- La noción creada por Hector Germán Oesterheld (HGO) de Héroe Colectivo no es sino la afirmación ideológica de la masa como creadora de sentido en la Historia y, en la práctica, se trata de un concepto político. Nada de la trayectoria y compromisos públicos y privados tomados por el artista y el militante permiten afirmar lo contrario o, tan siquiera ponerlo en duda. Es quien coloca de relieve el papel de los grupos organizados de base en el dispositivo popular, para afrontar la tragedia colectiva y lo hace con alcance masivo.
- El propio H.G.O. no piensa algo más digno para sí mismo que considerarse otro más de la masa popular. De modo que sus tareas y afanes, sus empeños y todos los compromisos asumidos por el compañero, se derraman con plena conciencia dentro de la metamorfosis histórica de las luchas populares, durante los años 60 y 70, durante los cuales talló sus prácticas, como todos aquellos que lo conocieron saben, más allá de victorias y derrotas circunstanciales.
- El Eternauta nace como un llamado a la organización en tiempos difíciles y a la confianza mutua de los pares en lucha, y dibuja entre tanto la metáfora más lograda acerca de la épica resistente de la masa popular de la época, 1957. La que se produjo contra el genocidio desatado por el resentimiento de las oligarquías, la prohibición de nombrar a sus dirigentes, la persecución despiadada de sus militantes y la inclemencia desatada contra cualquiera que les diera cobijo. El relato que, cincuenta años después, conserva intacta la clave humana de los proyectos organizativos de emancipación social, en el país del Bicentenario y Unasur.
- El Eternauta educa así en la política a la generación de los únicos privilegiados de los días de Evita, desde los tiempos del nomeolvides, pasando por los manteles de hule y el banlón, hasta llegar a La Primavera del Tío. Y cuando ellos tengan que hacer campaña timbre por timbre, barrio por barrio, sabrán hacerse cargo del momento que les toca, caracterizado por el escalamiento de las masas populares desde la confrontación social hacia la consolidación de proyectos políticos de emancipación - 1969, Cordoba. Entonces H.G.O. metamorfosea en otra vuelta de tuerca su don creativo con el genio solidario de las calles. Vuelve a editar El Eternauta, pero esta vez no escapó a la prohibición del poder económico.
- En conclusión: Gracias a H.G.O. la generación de los Unicos Privilegiados, no necesitaba de esos que le hacen “punta al dotorcito” entre la gente, toda vez que el partido correspondiente ha sido castrado por el poder económico – para llevar en 1973 la causa nacional y popular a sus más resonantes victorias electorales. Esta se consiguió, en cambio, mediante Grupos Territoriales del Base, donde se foguearon cinco edades distintas de argentinas y argentinos por lo menos. La práctica en común los convirtió esa diversidad existencial en una sola generación política, más allá de diferencias de pensamiento, hoy denominada, se la quiera o no, se la crean o se corten las venas por lo que entonces creían: Los Resistentes, Los Setentistas. La mejor cultura de la organización honra esa memoria.
- Las última pelea de H.G.O. la de su cautiverio horrible en compañía de sus hijas y sus yernos, hasta finalmente ser asesinado por el Terrorismo de Estado, se confunde con su propia creación. Hay que decirlo después de la orden dada en la ESMA para descolgar los cuadros, que limpió el imaginario de la patria de 1930 a la fecha. El Eternauta es el único de sus personajes ausente durante los años Ochenta y Noventa. El único que no figura, dentro del poster que muchos tenemos todavía en nuestras casas, y que se hiciera como reclamo público durante el alfonsinismo, sacando a la Avenida de Mayo desde Ernie Pike hasta el Sargento Kirk, sosteniendo todos una pancarta cuya leyenda, en rojo, decía así: “¿Dónde está Oesterheld?”…
- De modo que es muy probable que, bajo el imperio sutil de la teoría de los dos demonios en el campo intelectual, el propio Eternauta siguiera desaparecido, de no mediar la política de Estado vigente desde el 25 de mayo de 2003 y las militancias de Néstor y Cristina, a la cabeza del gobierno democrático.
- No obstante, no se puede sindicar ni a Francisco Solano López – el par creativo de H.G.O. – hace una semana ausente con aviso de nuestros comunes afanes libertarios, ni menos todavía al gobierno nacional, por la reaparición de El Eternauta - en su retorno masivo al rol que originariamente le habían confiado sus creadores mediante la historieta, es decir, como expresión plena de sentido del pueblo organizado, genuinamente nacional, genuinamente popular, irritantemente juvenil para algunos, inteligente en la estacada y desprejuiciado para luchar.
- En realidad, la primera contestación a la pregunta: ¿Dónde está El Eternauta? no provino del campo intelectual sino de las Madres de Plaza de Mayo – Línea Fundadora, y data del año 2001. Cuando en la portada de su publicación Locas de La Plaza, los ojos dibujados por Francisco Solano López, entre severos y serenos en la mirada, hacen de parapeto a la imagen del horror: los tres dictadores en su limusina de 1976; bajo un título: “30 mil razones para volvernos a encontrar ante el nuevo milenio”; sirviéndose además de partes, medulares y no costumbristas, de la historieta para editorializar el cuerpo de la publicación, donde daban su aporte, entre otros, Pablo Milanés, Víctor Heredia, J. M. Serrat, Jaime Roos.
-Unos meses después, la noche del 19 y 20 de Diciembre, Juan Salvo, cordialidad que ya quisieran, fuimos todos. Sacudirnos a los Gurbos de encima, nos costó 36 vidas en todo el país...
- Luna Park, 14 de septiembre de 2010. Al salir de la última de las dos operaciones que afrontó Néstor Kirchner y sobre todo durante el acto de masas en el Luna, era tan evidente que no era ese el sitio donde debía estar el compañero, sino cumpliendo como cualquier ser humano su pos – operatorio; que El Eternauta hizo su aparición pública por primera vez, los ojos de Néstor habitando el porvenir de la patria, alentando al convaleciente en su descomunal empeño, ofreciéndole la escafandra de los imprescindibles al más querido.
- Y ahí van a estar para todos. Llama siempre a la vida. Desde multitudes alegres y sin bordes. Porque esos ojos, esa escafandra, a estas alturas, ya no son treinta sino treinta veces treinta mil miradas entrañables. La de todos tus muertos y la ciudad que arde. La masa militante y el alma–masa en la práctica política, la escafandra de El Eternauta, no se le niega a nadie; tampoco al compañero Saccomanno. Pero claro: Usted, estrábico no es…
La Campora de San Telmo
15 de agosto de 2011.
En respuesta a http://www.pagina12.com.ar/diario/suplementos/radar/9-7254-2011-08-16.html
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